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miércoles, 11 de junio de 2008

La Falsa Confianza.


Había una viuda que por mucho tiempo hacia tramites, viajes, perdida de dinero y discusiones por una herencia familiar donde su cuñada era la persona que tenia las de ganar y que en ningún momento mostró una actitud de conciliación.
La mujer viuda ya no tenía dinero para seguir luchando por sus derechos y el de los hijos, cayendo en una profunda desesperación un día muy temprano con un mañana donde el sol brillaba se fue a caminar a la orilla del mar, se detuvo arrodillándose en la arena y se dijo
¿cuánto tiempo seguiré luchando?
¿Como lo voy hacer si no tengo dinero para pagar abogados?
En ese momento sucedió algo extraordinario, la rodeo la niebla causando temor en la mujer que exclama ¡Dios mío! ¿Qué pasa? y escucha una voz que le dice
“Déjame hacer a Mí” el tono de esa voz la remece y la mujer llorando clama a al Señor por perdón, termina de orar se para y al dar el primer paso la niebla se disipa y se da cuenta que la verdad solo la había rodeado a ella. Llega a su hogar y trémula le cuenta a su hijo la experiencia y agregado le dice :

_hijo ya no haré nada sobre la herencia, él Señor lo hará por mí_.
Una semana después la cuñada la llama y le ofrece un arreglo por una cierta cantidad de dinero, la cual acepta a pesar de no ser lo que realmente les correspondía.

Reflexion:
Cuantas veces en nuestras vidas nos desvivimos por hacer todo nosotros, y lo que es peor que ¡nadie pueda hacerlo mejor! sufrimos, nos agotamos y nos estresamos por lograr lo que queremos y muchas veces ante los problemas nos damos por vencidos ante los resultados negativos, pero lo que para nosotros es imposible para el Señor no lo es, siendo bueno descansar en EL, que la falsa confianza no sea la que predomine en uno. Muchas veces es la presunción cierta opinión demasiadamente buena que uno tiene de sí mismo; esto nos prueba lo poco que nos conocemos, es la pobreza de entendimiento ignorar hasta donde llega la flaqueza propia.
Esta mujer nos muestra al pedir perdón que ella comprendió su falta ante EL , de su habito de auto suficiencia y su necia presunción, falsa seguridad, que todo lo hacia ella y confiando en EL, no lo dejaba hacer.




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